domingo, 17 de marzo de 2013


EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ

…TEMO MÁS QUE TAL COSA NO SUCEDA

Por Ramón Durón Ruiz

H

ay una historia llena de vida enseñada por “Tim Archer, que nos habla de una profesora que fue enviada a enseñar a un joven enfermo acerca de los sustantivos y verbos, ya que él no debía retrasar su aprendizaje mientras estaba enfermo.

Cuando ella llegó allí, encontró que el muchacho estaba realmente moribundo, y ella pensó que seguramente la última cosa que él necesitaba era ser enseñado sobre los sustantivos y verbos, pero a eso la enviaron, y entonces ella cumplió amorosa y eficientemente con su labor.

Después los doctores encontraron que el joven empezó a mejorar, y estaban asombrados por su progreso. Ellos se habían rendido porque su cuidado médico parecía incapaz de sanar su enfermedad. Después de que él se recuperó, una enfermera le preguntó porque él había empezado a luchar cuando parecía que se había rendido.

 ––Si la escuela hubiera pensado que yo iba a morir respondió el joven–, no habrían enviado una maestra que me enseñara los sustantivos y los verbos.

La profesora no le dio sólo conocimiento de sustantivos y verbos. Ella le dio dos elementos de vida: fe y esperanza.”1

El poder de la fe y la esperanza, tienen la virtud de abrir el corazón y la mente a la vida y con ella a Dios, a entender que lo que viene es lo mejor. Como por arte de magia fluyen de forma natural las bendiciones y los resultados llegan a nuestra existencia.

Lo anterior lo traigo a estas líneas, debido a que la vida me sorprendió la semana pasada, cuando ante cientos de personalidades, el Club de Periodistas de México, A.C. presidido por Don Mario Méndez Acosta, Celeste Sáenz de Miera y Aguilar, Mouris Salloum George y Uriel Rosas Martínez, dentro de la edición XLII del Certamen Nacional e Internacional de Periodismo, me honró al entregarme el Premio Nacional de Periodismo.

La fe y la esperanza son dos ruedas de un mismo carro, cuando desde lo más íntimo de nuestra divinidad interior, plenos de humildad las hacemos propias, nuestra vida se alinea con el cosmos entregándonos los logros más inimaginables.

La fe y la esperanza, con su capacidad alquímica, logran trasformar los dolores en los más sorprendentes milagros, nos ayudan a dejar atrás el síndrome de la infelicidad, a no sobredimensionar los problemas, que para lo único que sirven es para hacer más pesada la carga del camino.

La fe y la esperanza son elementales para atraer a nuestra vida la gratitud, que es el camino de la armonía y la abundancia. Y así pleno de humildad quiero agradecer a los directivos y al jurado calificador de tan prestigiado Club de Periodistas de México, A.C., el haber honrado con tal distinción a un viejo meritorio de la vida, como lo es este Filósofo.

La palabra gracias es un vocablo muy corto, –pero las palabras cortas son poderosas: Dios, amor, fe, esperanza, gracias,– gracias está llena de la magia del universo y cuando es expresada desde el fondo del alma, se vuelve un vocablo extraordinario.

Por ello, hoy, desde el centro del corazón del viejo Filósofo, expreso mi publica gratitud al Club de Periodistas de México A.C. por haber fijado sus ojos en un aprendiz del oficio de escribir, que a esta edad tiene muy claro que la vida no tiene límites, que hay que darse permiso de ir mar adentro y tener sueños, porque como dijese William Shakespeare  Estamos hechos de la misma materia que los sueños.”

Martín Gardner recuerda la afirmación de un científico: "Una carcajada vale por diez mil silogismos".

Así mismo mi gratitud va para quienes desde 1974 tuvieron la confianza en abrirme un espacio para escribir en El Gráfico de Cd. Victoria, don Félix Acuña Caballero y mi sabio y querido amigo don Lupe Díaz Jr.

Para concluir traigo a este espacio la siguiente anécdota:

“William Randolph Hearst le ofreció a uno de sus mejores columnistas, Arthur Brisbane, un sabático de seis meses, con todos los gastos pagados en reconocimiento por su labor desempeñada. Se sorprendió cuando Brisbane rehusó el ofrecimiento, así que le preguntó la razón de su negativa.

El periodista respondió:

––“Primero que nada, temo que si me ausento durante seis meses baje la circulación de su periódico. Y en segundo lugar… temo más que tal cosa no suceda.”2

1Tomado de El libro de las anécdotas de negocios, de Peter Hay. Editorial Diana, México, 1992

2http://corporacomm.blogspot.mx/2009/03/storytelling-una-anecdota-de.html#axzz2NZfUWloR.

 

filosofo2006@prodigy.net.mx/Facebook: filosofoguemez/Twitter: @filosofoguemez

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