EL FILÓSOFO DE
GÜÉMEZ
¡…EN LAS MANOS!
Por Ramón Durón
Ruiz
“
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Hay personas que por mucho que envejezcan, jamás pierden
su belleza; sólo se les pasa de la cara… al corazón”
Y es que viven bajo la energía trasformadora del poder que genera el amor,
independientemente de lo que pasa en el camino de su vida, tienen una alquímica
capacidad para mantener abierta de par en par su alma, para recepcionar las
miles de bendiciones que DIOS tiene para ellas.
Seres espectaculares que al vibrar con el universo, saben que hay dos
emociones básicas: el miedo y el amor; el amor es natural, por el venimos a
este mundo, el miedo es adquirido, a veces su fuerza es tal que crea un
infierno personal al desequilibrar la armonía vital, es un grito de auxilio al
amor que se manifiesta con el
disfraz de la depresión, del odio, del resentimiento, de la enfermedad, de la
violencia.
Pacientes llegan conmigo a terapia, me dicen que le tienen miedo a su
juventud, otros temen a su vejez, otros tienen miedo al ridículo, otros a no
prosperar, me parece que en el fondo lo que temen es amar a la vida.
En las polaridades –que son complementariedades– del universo si vives
bajo el influjo de la energía creadora del amor, no puede haber miedo en tu
interior, porque no puedes estar al mismo tiempo en los dos extremos.
El amor y el miedo cuando son bien utilizados, nos encuentran con lo sagrado
que hay en ellos; todos hemos sentido miedo, el secreto está en aprender a
manejarlo sabiendo que mientras no lo enfrentemos seguirá latente, que este es
innato a todos los seres humanos y que la mejor manera de superarlo es enfrentándolo.
Marie Curie afirmó: “En la vida no
hay cosas que temer… solo hay cosas que comprender”
En cuantas ocasiones no hemos sabido de mujeres que tienen un miedo
terrible a las arañas; pero en la cuna
de su niño se acerca al bebé una tarántula, sacando fuerzas de sí mismas la
matan, es una manera sencilla de demostrar que cuando se quiere se puede, se es
capaz de superar y dominar al miedo.
En tu transito espiritual date permiso de renunciar al miedo, de reconocer
que el amor es medicina sagrada para el alma, es esencia nutriente que emerge de la fuente de la vida, que
te recuerda que la mejor etapa de tu vida… es la que vives HOY.
El amor es superior a la materia, la trasforma, la aviva, cuando piensas y
viven en torno al amor, la enfermedad se desvanece, muy sencilla de entender,
porque retornas a la fuente primigenia de tu vida.
La regla de tres simple es: cuando existe amor en tu alma… hay amor en tu
ser, en tu trabajo y en tu vida, es
entonces que como por arte de magia expulsas los miedos, esos que tanto tiempo
limitaron tu ser y tu crecer.
El amor es insustituible, jamás dejamos de necesitarlo, los niños que no son tocados con amor pueden volverse
autistas, los adultos mayores que son ajenos al amor pueden morir de tristeza o
abandono. Todos requerimos del amor para nacer, crecer, desarrollarnos,
evolucionar espiritualmente y algún día volver a la morada del Padre.
Los años me han enseñado que la esencia del humor es el amor. Pues
resulta que el Filósofo está en el baño
haciendo pipi al lado de un abogado y un doctor en ciencias. Cuando termina el
doctor, va al lavamanos, se lava hasta los codos con jabón, se seca bien las
manos con 10 toallas de papel, voltea y dirigiéndose al campesino de allá mesmo
le dice:
–– Yo estudie en Europa y me enseñaron que tenemos que ser
muy limpios e higiénicos.
Cuando termina el abogado se lava solamente los dedos y se seca las manos
con 1 toalla de papel. Mirando al campesino de Güémez le dice:
–– Yo estudié en Estados Unidos y me enseñaron que debemos
de ser ecológicos y cuidar el planeta.
Al terminar el Filósofo se dirige hacia afuera y les dice al abogado y al
doctor:
–– Yo estudié en la primaria de Güémez y me enseñaron… ¡A no
mearme en las manos!
www.filosofoguemez.mx
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