martes, 3 de junio de 2014

EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ,

EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
¡…EN LAS MANOS!
Por Ramón Durón Ruiz
Hay personas que por mucho que envejezcan, jamás pierden su belleza; sólo se les pasa de la cara… al corazón”  

Y es que viven bajo la energía trasformadora del poder que genera el amor, independientemente de lo que pasa en el camino de su vida, tienen una alquímica capacidad para mantener abierta de par en par su alma, para recepcionar las miles de bendiciones que DIOS tiene para ellas.

Seres espectaculares que al vibrar con el universo, saben que hay dos emociones básicas: el miedo y el amor; el amor es natural, por el venimos a este mundo, el miedo es adquirido, a veces su fuerza es tal que crea un infierno personal al desequilibrar la armonía vital, es un grito de auxilio al amor que se manifiesta con el disfraz de la depresión, del odio, del resentimiento, de la enfermedad, de la violencia.

Pacientes llegan conmigo a terapia, me dicen que le tienen miedo a su juventud, otros temen a su vejez, otros tienen miedo al ridículo, otros a no prosperar, me parece que en el fondo lo que temen es amar a la vida.

En las polaridades –que son complementariedades– del universo si vives bajo el influjo de la energía creadora del amor, no puede haber miedo en tu interior, porque no puedes estar al mismo tiempo en los dos extremos.

El amor y el miedo cuando son bien utilizados, nos encuentran con lo sagrado que hay en ellos; todos hemos sentido miedo, el secreto está en aprender a manejarlo sabiendo que mientras no lo enfrentemos seguirá latente, que este es innato a todos los seres humanos y que la mejor manera de superarlo es enfrentándolo.
Marie Curie afirmó: “En la vida no hay cosas que temer… solo hay cosas que comprender

En cuantas ocasiones no hemos sabido de mujeres que tienen un miedo terrible a las arañas;  pero en la cuna de su niño se acerca al bebé una tarántula, sacando fuerzas de sí mismas la matan, es una manera sencilla de demostrar que cuando se quiere se puede, se es capaz de superar y dominar al miedo.

En tu transito espiritual date permiso de renunciar al miedo, de reconocer que el amor es medicina sagrada para el alma, es esencia nutriente que emerge de la fuente de la vida, que te recuerda que la mejor etapa de tu vida… es la que vives HOY.

El amor es superior a la materia, la trasforma, la aviva, cuando piensas y viven en torno al amor, la enfermedad se desvanece, muy sencilla de entender, porque retornas a la fuente primigenia de tu vida.
La regla de tres simple es: cuando existe amor en tu alma… hay amor en tu ser, en tu  trabajo y en tu vida, es entonces que como por arte de magia expulsas los miedos, esos que tanto tiempo limitaron tu ser y tu crecer.

El amor es insustituible, jamás dejamos de necesitarlo, los niños que no son tocados con amor pueden volverse autistas, los adultos mayores que son ajenos al amor pueden morir de tristeza o abandono. Todos requerimos del amor para nacer, crecer, desarrollarnos, evolucionar espiritualmente y algún día volver a la morada del Padre.

Los años me han enseñado que la esencia del humor es el amor. Pues resulta que el Filósofo está en el baño haciendo pipi al lado de un abogado y un doctor en ciencias. Cuando termina el doctor, va al lavamanos, se lava hasta los codos con jabón, se seca bien las manos con 10 toallas de papel, voltea y dirigiéndose al campesino de allá mesmo le dice:

–– Yo estudie en Europa y me enseñaron que tenemos que ser muy limpios e higiénicos.
Cuando termina el abogado se lava solamente los dedos y se seca las manos con 1 toalla de papel. Mirando al campesino de Güémez le dice:

–– Yo estudié en Estados Unidos y me enseñaron que debemos de ser ecológicos y cuidar el planeta.
Al terminar el Filósofo se dirige hacia afuera y les dice al abogado y al doctor:
–– Yo estudié en la primaria de Güémez y me enseñaron… ¡A no mearme en las manos!

www.filosofoguemez.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario