UN PAIS DE FABULA LA FRONTERA
LUIS ARMANDO VARGAS TORRES.
Hace unos ayeres trabaje en un proyecto de investigación científico social de un grupo Canadiense, me
hice muy amigo del principal investigador, me comentaba que había decidido sembrar el proyecto en el DF en un condominio
residencial, con los comuneros de Bosques del Ajusco y en Tres Marías, Morelos,
donde predomina el matriarcado, con el
afán de estudiar la conducta del mexicano.
El Dr. Era muy estudioso del esoterismo y en su momento me
conto su versión de la formación del universo, en aquel entonces me pareció
inverosímil, sin embargo conforme pasaron los años he caído en cuenta de que
mucho de razón le asistía, al menos en
lo que se refiere a nosotros, dentro lo que comentaba era lo siguiente;
Que la tierra era un experimento de maestros cósmicos, que
por grupos se dieron a la tarea de formar las razas, el grupo más avanzado se
avoco a crear la raza judía, otro grupo
a los de color, los alemanes eran
jupiterianos que vinieron a apoyar a la raza venusina muy sanguinaria y primitiva y otro grupo de un planeta que el
día es de 72 horas nos formó a la raza de bronce o sea a los mexicanos.
¡Que tiene que ver esto con nosotros? Dirá el más avezado
lector, pues bien, manifestaba el amigo que al mexicano se le dificultaba
adaptarse a las 24 horas terrícolas, como venimos de un planeta donde 3 días es
uno, siempre dejamos todo para mañana, por ello cuando solicitamos un servicio
que se puede realizar de inmediato, el servidor aunque no tenga trabajo dice
déjamelo y llámame mañana a ver cómo voy.
El problema es que tiene que asimilarlo primero, de ahí que
al enfermo se le den 72 horas para librarla, las faltas laborales de 3 días
causan recesión de contrato y en nuestra vida siempre rifan los famosos 3 días
por ello como decía mi abuelo “Los mexicanos siempre andamos como los
testículos de marrano, atrás, atrás”.
Somos el país del no pasa nada, aunque existan evidencias de
hechos las autoridades siempre lo
negarán, llega la muchacha embarazada a
pesar del bulto lo negará, el joven reprobado, el adultero, en fin la tendencia es siempre negar todo para ganar
tiempo, cuando hay una declaratoria de
amor, casi siempre sale la dama con déjame pensarlo, a pesar que se le derramen
sus ojos de miel.
Es parte de nuestra idiosincrasia, somos un país incógnita
para el mundo, que tropezamos con la misma piedra, tenemos guerra cada 100 años
y sabemos hasta cuándo acabará, somos autodestructivos, se cultiva la muerte, somos gandayas desde la
formación como nación, queremos tener las cosas sin esfuerzo.
Somos el viva México… abrones o el viva Pancho Villa -somos
superiores a los gringos para nosotros no cuentan-vamos por los
dólares y nos los parrandeamos acá
faltaba más, se acaban, vamos por
más. En esencia somos un país del ay se va, del ya merito, la mayoría no tiene
plan de vida, muchos viven y mueren y no supieron a que vinieron.
En esa tesitura se explica lo que las famosas reformas
estructurales le traerán al país, trabajamos fuera de lógica, contra
Constitución, decía Luis Echeverría las
leyes se hicieron para violarse y el derecho para Reformar- no importa nos
llevamos cercas y mecates - o como dice la letra del Huapango El Tamaulipeco “Dondequiera
lavo y plancho y en cualquier chaparro tiendo”...
Reformaron la ley del trabajo para cobrar por horas a $7,
ahora quieren elevar el salario mínimo porque se ahorcó el consumo interno, la
economía se cayó, empezamos a principio de año que creceríamos al 4%,3%,2.8%,
vamos en el 1% somos el hazmerreír del mundo, de economía sorprendente, caímos
a economía en recesión, por algo se pitorreo Ignacio Lula Da Silva de que
estamos haciendo una reforma energética que Brasil hizo hace 20 años.
Situaciones aberrantes como querer pagarle sus pensiones a la
casta dorada de Pemex y CFE con nuestros impuestos, para dejar saneadas las
empresas para que vengan a encaramarse los particulares, sanear la Banca un
negocio privado con cargo al erario público, indexar gasolinas a precios internacionales
y no hacer refinerías que abarataría costos y bajaría el índice
inflacionario.
La experiencia histórica sobre el petróleo no les enseña
nada… saben cómo terminarán defenestrados, repudiados autoridades y
legisladores, pero el maiceo puede más que la dignidad, sabemos que los países
hacen guerras por el petróleo, que las empresas una vez enquistadas tomarán el
país, impondrán gobernantes y nos eliminarán soberanía.
Por ello no creo que seamos un país de retrasados, prefiero pensar que
somos de una raza cósmica diferente y más aún que la promesa de que la próxima
era es nuestra, como lo indican algunas profecías o como dirían los mormones una de las 12 tribus perdida la de los
Lamanitas.
Ya hemos pagado demasiado tributo a la tierra, por lo que es
de esperarse que pronto seamos bendecidos con abundancia y paz, o, probablemente llegue el verdadero Tlatoani en
la figura de algún prócer de los que se dan
cada 100 años, o en su defecto alguien que nos diga “yo robo poquito” y le entreguemos hasta el
perico. Haga sus conclusiones estimado lector.
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