viernes, 15 de agosto de 2014

EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ,

EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
¡DE LA ÉPOCA EN LA TENÍAMOS TRABAJO!
Por Ramón Durón Ruiz
E
l sabio humanista, investigador y científico alemán-norteamericano Albert Einstein afirmó: “Triste época la nuestra. Es más fácil desintegrar un átomo… ¡Que un prejuicio!”

Pareciese que el prejuicio de nuestros partidos políticos, es creer que para que les vaya bien a sus candidatos,es apostarle a que le vaya mal al gobierno en turno, no importando con ello que se lleven entre las patas la gobernabilidad democrática.

Gobernabilidad -que en algunas regiones del país por la ausencia tangible de buenos resultados, parece que está prendida con alfileres-ignoran que es un asunto fundamental del Estado Mexicano, en el que se involucran directamente la seguridad, la generación de empleos y el combate eficiente a la pobreza extrema.

Nuestra democracia, tiene hoy partidos políticos con mucho poder económico y enorme fuerza en el Congreso, pero no han tenido el talento de enraizarse en el colectivo social. Partidos que ignoran que el secreto del éxito de las democracias modernas es pactar un gran Acuerdo Nacional de Reconciliación que sea capaz de devolver la credibilidad a la clase política, a la par quereconstruir el andamiaje institucional de la nación.

Los mercados internacionales no conocen de antipatías o afectospolíticos, sólo buscan negociar conEstados competitivos,por eso hoy los mexicanos exigimos a los partidos una gobernabilidad que tenga como base:una eficiente rendición de cuentas; unaamplia participación social;una educación de calidad y la competitividad, que en conjunto nos inserten con éxito en la globalidad.

A nuestros políticos no les pedimos unanimidad, les exigimos sentido de Patria y unidad de propósitos,para construir un andamiaje legal que nos lleve a la resolución de problemas trascendentales para la estabilidad, el crecimiento y desarrollo del país, dentro de un competitivo contexto internacional.

Mientras en otras latitudes el signo de los tiempos es una transición violenta, con luchas fratricidas y miles de inocentes muertos, la nuestra es una transición tersa, ordenada, pero hasta este momento, 14 años después del arribo del cambio en 2000, sin resultados tangibles en los hogares.

Hoy los mexicanos soñamos con transitar por las carreteras sin ser asaltados por la autoridad o por la delincuencia, queremos vivir en nuestro hogar no con temor o llenos de miedo, sino en paz, tener empleos bien remunerados, que se ataque frontal la pobreza extrema y la alimentaria.

Para ello es menester que nuestra partidocracia lleve a cabo un solidario y fraternal trabajo para reconstruir el tejido social.

La promulgación de la Reforma Energética en la presente semana, que analizada y votada desde el Congreso de la Unión, es un cambio radical al régimen fiscal del gas y la electricidad,generando un impacto positivo en los inversionistas internacionales que auguran la llegada de fuertes inversiones privadas y con ello la generación de empleos.

Esta es una muestra de cómo cuando nuestros políticos se arremangan las mangas de la camisa y se ponen a trabajar por México, no sólo salvaguardan la estabilidad macroeconómica, sino que promueven también el bienestar de las presentes y de las nuevas generaciones, todas ávidas de políticos que den buenos resultados.

Concluyo con el humor del  viejo Filósofo de Güémez que fiel a la picardía del mexicano, afirma:
“Hay políticos que son como las medias… nomás sirven pa’ meter la pata”
Resulta que una amiga le pregunta a otra:
––¡Oye!, que muebles tan hermosos tienes ¿De qué época son?
––¡De la época en la teníamos trabajo!
filosofo2006@prodigy.net.mx

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