miércoles, 31 de diciembre de 2014

LUIS ARMANDO VARGAS TORRES- EL INQUISIDOR,

 UN MÉXICO DE ESPERANZA               

 LA FRONTERA             

   LUIS ARMANDO VARGAS TORRES.
Este año que termina ha dejado un sabor amargo en la experiencia de los mexicanos, nos dio enseñanzas  pero también abrió los ojos de la ciudadanía, les peló el cobre a los políticos  y los desnudó, t al cuáles. La política adoptó a una cauda de individuos sin entrañas, rapiñeros, mugrosos y malandros, que confunden el servicio público con negocio.

La política rompió un paradigma que suponía al mexicano guevón debajo de un nopal, esperando que le llegue la comida servida en bandeja de plata, al mexicano que aguarda otorgar su voto a cambio de una despensa o una cobija, México se cansó de esperar, se hastió y está encabronado.

Por no tener oportunidad de progreso, de tener cerrados sus espacios, solo para malandros y prostitutas. Que sólo una cauda de pillos de poca monta y muchos ingresos puedan ser Presidentes de la República, Gobernadores, Presidentes Municipales y accesos al Congreso de la Unión con sueldos estratosféricos y reducido coeficiente intelectual.

Se hartó de burlas con aumentos de salarios mínimos de $ 2 pesos, política económica que favorecen una inversión de 2,000 millones de dólares otorgando parques industriales gratis, exención de impuestos y cuantas canonjías solicitadas por extranjeros, pero incapaz de diseñar una propia para los 23,500 MDD anuales  de nuestros migrantes.

Sin embargo la divinidad es sabia, no hay mal que dure 100 años ni mortal que los aguante, es preciso que la ciudadanía se oriente a darle seguimiento a los servidores públicos, es hora de que los cibernautas tomen la batuta y den carrilla a cada representante del congreso y exhiban a diputados y senadores  que atenten contra los intereses ciudadanos.

Está demostrado que el ser humano cambia y aprende a través de shocks, de golpes,  traumas y frustraciones, así crece. México ya aprendió, se hartó de recibir golpes, está en un punto de quiebre, en un momento de crecimiento o rebeldía, algunos tomaron su decisión y partieron a otro país, otros la mayoría los que no pueden darán la pelea.

México es un paraíso, tiene riquezas inconmensurables, no sólo naturales, si no humanas, tenemos la indeclinable responsabilidad de aportar nuestro grano de arena para fortalecer nuestro engranaje social, todos debemos participar en nuestro vecindario, en el hogar, en el trabajo, en la escuela.

En este año que viene vislumbro  una gran oportunidad para todos los mexicanos, veo  una gran participación de la sociedad en la construcción de nuestro país, se acabó el espacio para oportunistas, improvisados y sabihondos, los próximos líderes deberán serlo de verdad, deberán aprender del lenguaje y la comunicación

Deseo fervientemente que nuestra raza cósmica saque la casta, es menester que  nuestros escritores, comunicadores, mentores, padres de familia, trabajadores y ancianos desarrollen su papel que dios les dejó debajo del sol, sólo eso… que cada quien haga su papel, otro gallo nos cantará. Bendecido 2015, lo deseo ardientemente.




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