Confesiones del gobernador:
´´Peña Nieto no me quiere…´´
Por Francisco Pucheta González
Bien decía en una de sus brillantes
crónicas don Julio Scherer García (1926-2015), editor-fundador del semanario Proceso, ´´los periodistas tenemos el azar de nuestro lado: tarde o
temprano todo se sabe´´.
Efectivamente, fue así como nos
enteramos de la confesión que hizo el gobernador Egidio Torre Cantú a la clase
política del PRI que se reunió con él la tarde del sábado en el restaurante del
Hotel Crown Plaza de Nuevo Laredo. Ahí sin ambages les espetó:
´´…desgraciadamente el Presidente Enrique Peña Nieto no me quiere…de todos
modos vamos a sacar adelante al partido (PRI).
Los funcionarios tienen que operar en su territorio para rendir buenas
cuentas del proceso electoral que viene´´.
Quien habla pero a la vez se duele
porque pide más y no le dan, es Imelda Mangín Torre, titular de la Oficina
Fiscal del Estado. ´´Señor gobernador a mí sólo me dan 50 créditos para Itavu y
quisiera una ampliación de apoyos para cumplirle a más gente´´.
El gobernador la escucha y sin titubeos
la reprime: ´´cada quien trabaje con lo que se les da…porque no se trata de
pedir de más…hay despensas para repartir, Seguro Popular, crédito para
obtención de viviendas y otros apoyos sociales, sigan así´´. Mangín quiso
recomponer el diálogo con historias
pasadas de los trabajos de campo que dice realizó a favor del tricolor en
épocas pasadas, pero Torre Cantú le restó interés y dio un severo cortón.
Ese día el gobernante tamaulipeco
llegó con retraso a la reunión que fue a puerta cerrada. De hecho los
comensales se anticiparon para consumir su ración tras de ser notificados de
que Egidio no comería con ellos dado que traía una agenda muy apretada.
El gobernador
también lidió con el comportamiento fastidioso de otra funcionaria
corrupta que se ha ganado la animadversión de la gente de Nuevo Laredo: Angela
Magaña, encargada de la Oficialía Tercera del Registro Civil que cínicamente
andaba en busca de los reflectores para hacer gala de la impunidad que solo un
estado fallido como Tamaulipas, puede ofertarle a su gente.
De la animadversión que Peña Nieto
manifiesta por Egidio no es novedad y ya lo hemos consignado en anteriores
comentarios y tan está confrontado con el Ejecutivo Federal que no lo dejan
manosear el proceso electoral del 7 de junio.
Ya que hablamos de irregularidades el
que tampoco se queda atrás es el alcalde Carlos Canturosas, quien repartió 6
millones de pesos entre los quince operadores panistas que acompañaron al
candidato perdedor de las elecciones internas del domingo pasado, Agustín Chapa
Torres. La suma se dividió a razón de 400 mil pesos por piocha y los operadores
gananciosos se retiraron felices y contentos a sus respectivos hogares,
mientras que Canturosas destilaba hiel y rumiaba su coraje: ´´¡Salud por esto,
salud por lo otro y por lo que ya no viene porque ya nos cargó el payaso!´´.
No faltó un tonto que en medio del
paroxismo gritara: ´´arrasamos en Nuevo
Laredo…´´ y otro que lo ubica. ´´Si buey, pero perdimos en Tamaulipas…´´. Y
otro más que alzó la voz: ´´¡nos chiquitiaron…nos chiquitiaron!…´´. Menso, se
dice, ´´nos chamaquearon´´…le corrigió uno más que andaba en la bola.
De los ganadores por la derrota de
Canturosas destacan Rubén Trejo canchanchán de Bruno Alvarez hijo, Lety
Meneses, directora de Desarrollo Social y otro empleado de nombre Edgar Vargas.
Cartas marcadas
A la manera de una vieja tragedia
hecha canción en el repertorio de la música norteña, los neopanistas le
propusieron a su alcalde idear una forma de certificar que a cada votante se le
diera indicación de marcar las boletas, para comprobar que realmente votaron
por Chapita. Ese era el compromiso a cambio del dinero que recibieron por
cuenta del Ayuntamiento.
La intención era saber quien votó a
favor de Agustín y quienes lo hicieron en contra para correrlos del trabajo, un
método poco ortodoxo del hijo del Chale boy.
Por otro lado, comentaba ayer el
compañero Raúl Hernández Moreno acerca de las vidas paralelas de Carlos
Canturosas y Benjamín Galván, al primero no lo acepta el PAN y al segundo tampoco lo quisieron en el PRI.
Canturosas optó por un candidato poco
perfilado para ganar la dirigencia estatal del blanquiazul y ya vieron como le
fue mientras que Galván Gómez se empecinó en candidatear a Verónica Flores, en
la diputación que perdió. Los dos, iguales, contradictorios y reacios a
reconocer sus errores.
Son los ya clásicos todólogos que no
dan su brazo a torcer pero que al final salen perdiendo todo, hasta la
confianza ciudadana que por cierto ha sido agraviada con los recortes de los
programas sociales que se asignaban principalmente a las clases más
vulnerables. La administración municipal tiene como prioridad el futurismo
político de Canturosas donde está visto, no logrará nada.
Del tintero
Falleció Esperanza Corona Valdez, un
referente de los primeros comerciantes que
hicieron fuerte a la economía de Nuevo Laredo durante la postguerra de 1945.
Ella y su hermanita Rosario abrieron con mucho éxito una librería y un
estanquillo de periódicos y revistas en la esquina de Independencia y la
avenida Vicente Guerrero.
Ahí permanecieron 50 años hasta
mudarse hace un par de años en Madero y Morelos, local de su propiedad.
Descanse en paz.
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