sábado, 21 de febrero de 2015



                                    Linea Ágata.      

Se tambalea Carlos Germán de anda en  obras (?)

No se con certeza si el secretario de obras publicas municipales, Carlos Germán de anda hernandez presento su declaración de bienes patrimoniales con apego ala ley porque dicen las malas lenguas que ya es un hombre rico que dista mucho de cuando asumió la cartera que desempeña en la administración del cambio hace mas de un año, cuando era pobre.



Su principal soporte económico son los constructores que pagan mas alla del diezmo que acostumbran cobrar las administraciones prianistas que se convierten en verdaderas fabricas de millones en cada trienio que trascurren.

Por ahí se habla de azotones de marmaja que se reparten entre los que sueltan los contratos de obras no bajan de 20 y30 por ciento según el monto del capital enjuego por lo que aquella del diezmo es solo decir.

De todos modos una cafradia de empresarios se benefician con los tratamientosno exactos que se dan en las licitaciones de obras , pues aún con los  moches que desembolsan, ganan por tratarse de contratos millonarios.

Por ejemplo constructor del grupo de los favorecidos no sabe de penurias  nide vacas flacas como los que sortean los ciudadanos que no tiene la fortuna de pegarse ala ubre presupuestal de los ayuntamientos.

Sin perder el hilo del comentario se habla de un secretario de obras publicas que se come solo y que no convida años regidores ni a los de su  equipo, lo que causan indignación y repudio contra su persona.

Tan así que ya el andan moviendo el tapete e incluso amenazar con solicitar su cese en la próxima junta de cabildo.

Pues aparte  de no compartir las ganancias que obtiene ilícitamente, tampoco  atienden las recomendaciones que le hacen para que atienda las peticiones no formuladas por el ciudadano sobre mejoras de calles y servicios  que son competencia municipal.

Algunos miembros del cabildo de plano insistan en que ya no lo soportan y que ya no tardan en pedir su  cabeza al   Alcalde: Carlos canturosos Villareal.



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