jueves, 20 de octubre de 2016

Desde Nuevo Laredo: La Columna Política de Carlos Domínguez,

Desde Nuevo Laredo:
La Columna Política de Carlos Domínguez
 
NUEVO LAREDO ES GOBERNADO POR ENRIQUE RIVAS, NO POR CARLOS CANTÚ JUNIOR
 
DELINCUENTES, O GUERRILLEROS URBANOS EN NUEVO LAREDO


 
A dos semanas y media de haber iniciado la administración municipal con Enrique Rivas Cuéllar como alcalde, las evidencias tienden a demostrar que  Carlos Cantú
Villarreal pertenece al pasado, un pasado que seguramente no renacerá jamás.
 
Quienes pensaban que la fracción panista del cabildo podría ejercer presión en contra del actual presidente municipal, se equivocaron, pues la manera de hacer política al interior del cuerpo edilicio difiere mucho a la del trienio 2013-2016.
 
Obviamente, los enroques actuales llevados a cabo con gente del anterior gobierno municipal, son evidentes, pero no se advierten más alternativas, tomando en cuenta que el PAN no rebasa los 210 militantes activos en Nuevo Laredo, la mayoría de ellos ajenos al medio político gubernamental.
 
 Tampoco se puede hablar todavía de honestidad y transparencia al más alto nivel, pues para verificar los resultados hace falta más tiempo. Pero lo cierto es que hay indicios claros de corrección, tanto en obras como en servicios públicos, aspectos de la administración pública que tienen hundida y despedazada la imagen política de Carlos Cantú.
 
 Una muestra irrefutable de la diferencia entre el gobierno actual y el pasado inmediato, se puede observar en la actitud del señor César Hernández Savala, quien se dice máximo dirigente del Sindicato de Trabajadores del Municipio de Nuevo Laredo, organismo creado semanas antes de que Carlos Cantú Villarreal dejara el poder para siempre.
 
Carlos Hernández ha sido aviador en varias administraciones municipales. También se le conoce como abyecto seguidor de Jorge Osvaldo Valdez Vargas, el mismo que hizo desaparecer al PRD en Tamaulipas, haciendo añicos de paso la carrera política del multicitado Carlos Cantú junior.
 
El sindicato de Carlos Hernández, es una caricatura del organismo que dirige Jorge Montané, el cual tiene una base sindical que supera los 500 trabajadores activos y más de 100 jubilados y pensionados.
 
Carlos Cantú junior creó el sindicato de Carlos Hernández, como coto de un poder que pensaba restaurar con Jorge Osvaldo Valdez, el consejero y exterminador político del hijo de la ex leyenda.
 
El proyecto futurista de Carlos Cantú a través de su tocayo Carlos Hernández, ha naufragado, junto con las demás expectativas arruinadas por un desfalco al Municipio de aproximadamente 5 mil millones de pesos, problema que mantiene congelada la cuenta pública del 2015 a manos del Congreso de Tamaulipas.
 
DELINCUENTES, O GUERRILLEROS URBANOS EN NUEVO LAREDO
Cambiando de tema, todo indica que el gobierno federal, concretamente la Secretaría de Gobernación, sigue sin percibir el origen y la evolución de las tropas de infantería que sustentan a la llamada delincuencia organizada. Esta incapacidad o simulación de incapacidad, permite que en ciudades enteras, como Tampico, toda la población pague derecho de piso.
 
Nuevo Laredo, la ciudad desde donde se emite esta Columna Política, todavía no llega a los extremos que se viven en Tampico. Pero no se debe soslayar que esos cientos de muchachos, más bien miles que conforman la infantería de la delincuencia local, han rebasado el nivel de simples pistoleros, para adoptar estrategias que hacen recordar las guerrillas juveniles creadas por Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas hace 50 años en los estados de Guerrero y Michoacán.
 
Basta con recorrer pausadamente las colonias del poniente y los kilómetros, para percatarse de la evolucionada conducta de estos amenazantes grupos juveniles, capaces de superar en número y logística al ejército. 
 
Tan es así, que ya no hay en ningún punto de la ciudad siquiera una cámara de video-vigilancia en función. Todas, han sido robadas y otras destruidas, frente a la atónita mirada de la ciudadanía. Nadie de los que dicen pertenecer a la clase política en Nuevo Laredo, menciona ni por casualidad este tema.
 
Y respecto al gobierno federal, sostiene la necia ilusión de combatir con fuego a la infantería juvenil de los grupos delictivos, a sabiendas de que esos combatientes en apariencia desordenados tienden hacia la evolución como guerrilleros urbanos, a escaso tiempo de que un amplio sector de la población los proteja en lugar de que los rechace.
 
Por hoy es todo, pero mañana estaremos nuevamente en estos espacios editoriales de las redes sociales, Dios mediante.
 
CDR.
Periodismo Independiente.

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