sábado, 11 de febrero de 2017

Desde Nuevo Laredo: La Columna Política de Carlos Domínguez,


Desde Nuevo Laredo:
La Columna Política de Carlos Domínguez
 
CARLOS CANTÚ PRETENDE ALTERAR DESDE CIUDAD VICTORIA Y TAMPICO EL PANORAMA POLÍTICO ESTATAL
 
GOBIERNO FEDERAL HA PERDIDO LA GUERRA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO
 
EL COLMO; MILES DE PERSONAS MARCHARÁN MAÑANA EN APOYO AL SISTEMA POLÍTICO DE PARTIDOS
 
Amargado por su frustrada carrera política y ansioso por ser otra vez presidente municipal de Nuevo Laredo, el ex alcalde neolaredense Carlos Cantú intentará este lunes alterar el ambiente político de Tamaulipas, a través de su pareja Jorge Osvaldo Valdez Vargas.
 
El pretexto es acusar a Estela Chavira, titular de la Secretaría del Trabajo, de haber mandado a quemar la Junta de Conciliación y Arbitraje de Tampico. Pero el objetivo es atacar al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
 
Jorge Valdez iniciará en Ciudad Victoria las protestas contra la funcionaria estatal, argumentando  defender a trabajadores recién despedidos de la Secretaría del Trabajo. De allí continuará en el puerto jaibo, usando como blanco la sede local de la Universidad del Norte de Tamaulipas, propiedad de su eterno enemigo Francisco Chavira Martínez.
 
Los fondos para estas actividades de alteración política, proceden de la tesorería municipal neolaredense saqueada el trienio pasado. Dicho saqueo provocó que la cuenta pública del 2015 haya sido congelada por el Congreso de Tamaulipas.
 
En Nuevo Laredo tras el corrompido trienio 2013-2016, se advierte con claridad el repudio que la ciudadanía siente por Carlos Cantú y su feroz equipo de ladrones. Sin embargo  el ex alcalde continúa adelante con su proyecto político, destinado también al fracaso.
 
Los habitantes de Nuevo Laredo siguen exigiendo que Carlos Cantú y sus principales ex funcionarios implicados en el robo de los fondos públicos, sean enjuiciados y llevados a prisión. De ellos hablaremos este lunes con mayor precisión.
 
GOBIERNO FEDERAL HA PERDIDO LA GUERRA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO
Pese a los discursos de la clase política gobernante en México, lo cierto es que el gobierno federal perdió desde hace varios años la guerra en contra del crimen organizado.
 
En la actualidad los resultados de esa guerra reflejan el derrumbe de los sectores productivos, así como la diversificación de las bandas delictivas que conforme pasan las semanas y los meses se apoderan de más porciones territoriales a lo largo y ancho de la república mexicana.
 
Las inversiones se han paralizado, lo mismo que la expansión industrial. El comercio se sostiene sólo en los niveles básicos, al mismo tiempo que el desempleo escasea con salarios realmente de hambre y decepcionantes para los hombres y mujeres que buscan trabajo.
 
Mientras tanto, los tres poderes de la federación insisten con sus discursos ponderando el avance ficticio en materia de seguridad pública.
 
El Poder Ejecutivo Federal exhibe su estado de máxima debilidad a 100 años de estar en vigor la caducada Constitución Política de México.
 
Sin embargo y al contrario de la inseguridad y pobreza que azotan a los habitantes de nuestra nación, la clase gobernante se muestra enriquecida económicamente, saturada de poder y protección como nunca antes se había visto en la historia del país.
 
EL COLMO; MILES DE PERSONAS MARCHARÁN EN APOYO AL SISTEMA POLÍTICO DE PARTIDOS
Para colmo de todos los males que pesan sobre las espaldas de los mexicanos y mexicanas, miles de personas se aprestan para manifestarse mañana domingo 12 de febrero en contra de Donald Trump, mediante una marcha organizada en la Ciudad de México por los senadores y diputados federales del Congreso de la Unión.
 
Ahora resulta que los habitantes de México deben demostrar su nacionalismo, apoyando el sistema político de partidos, al que se le deben todas las desgracias surgidas de la irrefrenable corrupción gubernamental.
 
El presidente de los Estados Unidos nada tiene qué ver con el aumento al precio de las gasolinas ni el avance de la delincuencia organizada en México.
 
Donald Trump es ajeno a la gigantesca corrupción que impera en el seno de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de nuestra nación.
 
Donald Trump no tiene ninguna responsabilidad en torno a los motivos que forzaron a unos 20 millones de compatriotas a huir de México para refugiarse en los Estados Unidos, en busca de trabajo y seguridad.
 
Ciertamente, la corrupción es innata en los organizadores de la marcha en cuestión, contra quienes se debería de protestar con toda la fuerza de los hombres y mujeres de México.
 
Por hoy es todo, pero mañana estaremos nuevamente en estos espacios de las redes sociales, Dios mediante.
 
CDR.
Periodismo Independiente.

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