martes, 17 de octubre de 2017

Desde Nuevo Laredo: La Columna Política de Carlos Domínguez

CABILDOS COMPLETOS 2013-2016 DE NUEVO LAREDO Y MATAMOROS, EN RIESGO DE INHABILITACIÓN PARA CUALQUIER CARGO PÚBLICO

SI ALGUNOS EXSÍNDICOS Y EXREGIDORES ESTÁN EN FUNCIONES ADMINISTRATIVAS TENDRÍAN QUE RENUNCIAR

Al iniciar esta semana el conteo regresivo para los exalcaldes de Nuevo Laredo y Matamoros, cuyas cuentas públicas del 2014 adolecen de inconsistencias por un total de 2 mil 200 millones de pesos en el gasto público, todos los integrantes de ambos cabildos corren el riesgo de quedar inhabilitados para ejercer cualquier cargo público y mucho menos aspirar a una postulación como candidatos en las elecciones del 2018.

La Auditoría Superior del Estado de Tamaulipas comenzó a contar los 15 días que Carlos Cantú, expresidente municipal de Nuevo Laredo y Leticia Salazar, exalcaldesa de Matamoros, tienen para explicar o enmendar las inconsistencias advertidas en sus cuentas públicas del 2014, el primero por 900 millones de pesos y la segunda por mil 300 millones.

De hecho y mientras no se terminen de aclarar las dudas respecto al gasto público en estos dos municipios, los integrantes de esos cabildos deberían ser separados inmediatamente de sus cargos en caso de ocupar algún puesto administrativo, ya sea en cualquier municipio fuera o dentro de Tamaulipas, estado de la república mexicana o en el gobierno federal.

Y obviamente, ninguno de esos exsíndicos y exregidores deben ser postulados a candidatos en dirección al año entrante, ni siquiera independientes, en tanto no se despejen las inconsistencias financieras que al menos en Nuevo Laredo podrían ascender a cinco mil millones de pesos durante los tres años de aquella contradictoria administración municipal, tan nefasta como la sufrida en Matamoros.

Respecto a la responsabilidad por el mal uso de los recursos públicos en Nuevo Laredo y Matamoros del 2013 al 2016, no hay más responsables que quienes ejercieron el gobierno por decisión popular, es decir por elección libre, y ellos son los síndicos, los regidores, y principalmente los alcaldes.

Estos funcionarios por elección popular, son los únicos culpables de los desfalcos que puedan ser corroborados por la Auditoría Superior del Estado de Tamaulipas.

Por lo que toca al resto de funcionarios administrativos de confianza y sindicalizados, sólo se limitaron a cumplir las órdenes de quienes son ciertamente el gobierno municipal, o sea el cabildo en pleno.

Que todos los miembros de ambos cabildos resulten culpables, es posible. En caso contrario sólo quienes demuestren fehacientemente haberse opuesto a las irregularidades aprobadas por la mayoría de síndicos y regidores.

En este caso, las actas de cabildo despejarán cualquier duda en relación a las decisiones tomadas por sus integrantes. Y en cuanto a la vigilancia del dinero ejercido, la forma de estar integradas las comisiones de regidores y síndicos indicará la culpa directa o indirecta sobre las citadas inconsistencias o desfalcos.

Se puede advertir desde antes que inicie el análisis de las multicitadas inconsistencias mejor explicadas como desfalcos, que la máxima responsabilidad es de cada exalcalde, con su respectivo exsíndico primero a cargo cada uno de la Comisión de Hacienda Pública y Presupuesto.

El mayor problema para estos exalcaldes radica en que la Auditoría Superior del Estado tiene pendiente anunciar las inconsistencias financieras del 2015 y el 2016, lo cual será anunciado en las próximas semanas, con montos muy superiores a los 2 mil 200 millones de pesos del 2014.

Ahora sólo resta esperar, con mucha paciencia, la evolución de esas comparecencias y las determinaciones que tome la Auditoria Superior del Estado.

De lo que no hay duda, porque así lo exhiben las evidencias ante la vista de los habitantes de Nuevo Laredo y Matamoros, es que sus exalcaldes, Carlos Cantú y Leticia Salazar, terminaron sus gestiones multimillonarios y como tales vivieron los tres años de su administración.

Indiscutiblemente, las familias casi completas de ambos expresidentes municipales estuvieron los tres años pegadas a la nómina sin aportación alguna en sus comunidades. Toda la actividad política en ambos trienios de vergüenza pública, estuvo rodeada de atracos al erario municipal, ordenadas directamente por sus alcaldes con la aprobación de sus inútiles y mansos cabildos. ¿O no?

Por hoy es todo, pero mañana estaremos nuevamente en estos espacios de las redes sociales, Dios mediante.

CDR.
Periodismo Independiente.

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