jueves, 10 de diciembre de 2020

SADER,

 Mandamos a volar la pseudopeste aviar


México es libre de la enfermedad de newcastle velogénico desde el 2015, por la labor del SENASICA que realiza permanentemente una vigilancia epidemiológica.

La enfermedad fue descubierta en Indonesia en 1926, pero fue denominada por el pueblo de Newcastle-on-Tyne, Inglaterra, donde ocurrió en 1927; actualmente se encuentra en algunos países de Centro y Sudamérica, Europa, Asia y África. Se le denomina también enfermedad de ranikhet, pseudopeste aviar y neumoencefalitis aviar.

La enfermedad es causada por un virus del género Avulavirus de la familia Paramyxoviridae, se encuentra en secreciones y excreciones de las aves infectadas (aire expirado, saliva, fluido nasal y heces). Puede transmitirse por contacto directo o por medio de fómites, como personas, vehículos, material o equipo.

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 Síntomas

Las aves presentan fiebre, depresión, falta de apetito, estornudos, descarga nasal sanguinolenta, conjuntivitis, diarrea verde o blanca, inflamación con coloración púrpura o amoratada de la cresta y barbilla, plumaje erizado, temblores, debilidad, incoordinación, amontonamiento, tortícolis y parálisis de alas y/o patas.

Parte de los síntomas es que  existe disminución de la producción de huevo y presencia de huevo decolorado, blando, deforme y con albúmina acuosa.

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Para prevenir la entrada de la enfermedad de newcastle velogénico es necesario controlar la movilización de aves, productos y subproductos, así como fortalecer las medidas de bioseguridad en las Unidades de Producción Avícola (UPA), algunas recomendaciones son:

•         Establecer protocolos sanitarios para las personas que ingresen a la UPA.

•         Lavar y desinfectar todos los vehículos que ingresen a la UPA.

•         Utilizar tapetes sanitarios en la entrada principal y en cada una de las casetas.

•         Revisar cotidianamente la parvada para detectar aves con signos clínicos sugestivos.

•         No movilizar aves enfermas o muertas fuera de la UPA, éstas deben ser aisladas o en su caso dispuestas sanitariamente.

•         Someter las excretas a un proceso de tratamiento térmico mayor a 56° centígrados.

•         Realizar periódicamente lavado y desinfección de instalaciones, material y equipo.

•         Considerar un periodo de vacío sanitario entre cada ciclo productivo.

•         Implementar procedimientos para el control de fauna silvestre y eliminación de fauna nociva.

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