LLERA………. SIEMPRE ES NOTICIA
Escribe OTHON VILLARREAL GUZMAN
LOS MISTERIOS
DE UNA CAMPAÑA
Confirmado, la
derrota electoral sufrida por Laila Charur Gilioni en Xicotencatl tuvo varios ingredientes que le echaron a perder el caldo,
pero según nos informan de por allá mismo los principales fueron el miedo que
la gente de choque de Los Trucos inculcaron entre la sociedad en general, sobre
todo a sus simpatizantes, a quienes amenazaron con golpearlos si votaban por
los candidatos del Partido Acción Nacional.
En segundo
lugar fueron las traiciones políticas que algunos priistas le infringieron a
Laila Charur Gilioni y a Juan Báez Rodríguez, responsabilizándose a los ex perdedores
del proceso interno señores Manuel Castillo y Sigisfredo Peña López, quienes se
la pasaron nadando de muertito durante toda la campaña; el primero como ustedes
saben bien es un comerciante voraz que se ha caracterizado en los últimos años
como beneficiario de la venta de los desayunos escolares y el segundo sigue
cobrando como Delegado Municipal del ITAVU Tamaulipas, mismos que por cierto el
apoyo al PRI y a sus candidatos fue de dientes para fuera pues nunca los vieron
acompañar a Laila durante sus recorridos
por el municipios pero eso si siempre estuvieron listos para tomarse la
fotografía con la candidata y gente pesada del PRI que los visitaron por dos o
tres ocasiones pero de ahí para adelante nunca movieron un dedo para ayudar a
Laila.
Finalmente el
tercer ingrediente que hizo perder a Xicotencatl fue el delegado del PRI en esa región, toda vez que no tuvo capacidad
ni don de mando para meter al orden a
los grupos políticos de la antigua Villa de Escandón , por lo tanto y
sin ir muy lejos entendemos que Ramiro Ramos Salinas fue engañado por su
representante en Xicotencatl ó tal vez este no supo valorar el caso político,
pues con un gobierno panista y la dinastía Verastegui en el poder era para
haber enviado a un buen delegado que supiera hacer bien su trabajo pero
mandaron a un menor de edad en cuestiones políticas, y las consecuencias ya las
conocemos.
En cambio en
el municipio de Casas el delegado del PRI Carlos Sorel se fajó los pantalones y
metió al orden al presidente municipal Santos Zurita Sánchez, que molesto por
haber perdido su gallo el proceso interno le ordenó se registrara por otro
partido, en la inteligencia que contaría con todo su apoyo político, dinero en
efectivo y en especie para que derrotara al priista Santiago Avalos, afortunadamente
Carlos Sorel se dio a cuenta a tiempo y le dijo, según los que saben,
presidente, te alineas o te alineas. Zurita se espantó y dobló las manos ante
el temor de ser investigado y enviado a la cárcel.
Por lo que se
refiere a Llera ya lo hemos dicho todo ó casi todo, Pablo Valadez Hernández
estaba ganado desde el inicio de su campaña al grado que en la última semana de
sus actividades como candidato las estadísticas marcaban un 67 por ciento a su
favor contra el veintidós por ciento de su más cercano adversario político Héctor
de la Torre Valenzuela, pero debido a la represión verbal y física del grupo de
choque del candidato del Partido Movimiento Ciudadano le fue restando gente al
candidato tricolor pero aún así las encuestas todavía favorecían, por lo tanto era difícil cambiar
la tendencia del voto y Pablo era sin duda alguna el gran ganador.
Pero el
acabose para Héctor de la Torre Valenzuela fue el domingo treinta de junio
cuando al cerrar su campaña con un grupo muy cercano a las 400 almas se le
ocurrió no solo mentarle en público la madre al presidente municipal de llera
Mario Alberto Ortiz Cano sino que también insultó a los candidatos de otros
partidos políticos y lo peor fue amenazar de muerte a varios priistas, hombres
y mujeres, cuyos nombres fueron pronunciados por él mismo a través del
micrófono, violencia verbal y llena de palabras altisonantes que mucho molestó
a sus simpatizantes al grado que poco a poco lo fueron dejando solo.
El jaque y
mate se lo dieron los priistas y sus candidatos el tres de julio cuando Pablo y
Juan cerraron su campaña política con una asistencia de alrededor de 5 mil 500
personas, siendo entonces cuando gente allegada a él hizo saber que para ganar
necesitaba comprar de dos a tres mil credenciales de elector pero como ya no
tenía dinero quiso conseguirlo prestado pero nadie le dio crédito, por lo tanto Héctor de la Torre
Valenzuela estaba económicamente quebrado y fue cuando principió a ver la
derrota rondando su esquina, pues su fracaso electoral ya estaba escrita en el
libro de los dioses y nadie podría hacerla cambiar. HASTA MAÑANA Y BUENA
SUERTE.
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