sábado, 3 de enero de 2015

LUIS ARMANDO VARGAS TORRES- EL INQUISIDOR,

POLÍTICA ECONÓMICA GENOCIDA     

  LA FRONTERA            
   
LUIS ARMANDO VARGAS TORRES.
Mal empieza el año para la economía familiar, el Gobierno incumple la promesa de que no subirían los precios de los energéticos para 2015, nos sale con la mafufada que autorizó un incremento del  1.9% y ¡ahora sí ya no aumentará a menos que el índice inflacionario lo obligue!

Pero nos encontramos que es pura ficción y a pesar de la baja de los precios del petróleo en México hay dos tipos de ciudadanos que se miden por raseros diferentes, los de la frontera y los del interior del país. Así como lo dije, los de la frontera pagamos la gasolina magna a $8.80 y el resto del país a $ 13.54 o sea un 54% arriba.

La economía está llevándose de una manera insana, se mantienen los precios de los combustibles como una forma de exprimir y recaudar recursos de la ciudadanía, todavía se atreven a decir que el incremento es abajo del índice inflacionario ( 4%). Muy condescendientes como si nos regalaran su benevolencia.

En la frontera la gasolina sigue bajando, porque está homologada con los precios de EU, de no hacerse así, los residentes fronterizos pasaríamos a llenar nuestros tanques al otro lado y se generaría un mercado negro de combustible, pero déjeme decirle querido lector que no hay subsidio, ese es el precio real, el que debería operar en todo México.

¿Entonces que sucede, que los precios siguen subiendo? Podrían ser dos motivos:  por fines recaudatorios, pero lo más preocupante es que el otro motivo principal sea;  como política económica que sirva para atraer capital extranjero para invertir en petróleo, ofrecer un mercado que no está sujeto a bajas de precios del crudo, un bombón o corderito para las fauces feroces de las trasnacionales petroleras. Al cabo aguantamos.

De ser así como parece,  es doblemente canallesco. Si es con fines de recaudación, es altamente inflacionario, no permite la baja de precios de nuestros alimentos, transporte, gas y energía eléctrica, menos el incremento a los salarios, por lo tanto nunca mejorará nuestro bienestar, el Mexicano vivirá una economía marginal por siempre.

De ser lo segundo; así conviene a nuestros políticos. Mantener deprimidos sueldos y altos precios de energía para beneficio de inversores foráneos. Olvídense de diseños de políticas económicas de crecimiento interno, nuestra economía informal que siga, el transporte caro, la gente que continúe viviendo en la subsistencia, al fin que con una despensa tienen… ellos,  ya la hicieron.

Nunca se ocuparán de rediseñar el presupuesto, ¡jamás!, no esperen que se bajen sueldos a ninguno de los tres poderes de la Unión, menos a los tres niveles de gobierno, que disminuyan las aportaciones a los partidos Políticos o al Instituto Nacional Electoral (INE) son intocables.

Pero hay algo peor. Nuestro gabinete económico no tiene la preparación necesaria, mecanismos de coerción y de regulación para sanear nuestra economía. En la frontera bajó la gasolina y el transporte sigue igual de caro, otras variables económicas que tienen que ver con la baja de precios de energéticos ni se mueven y es atribución de la Secretaría de Economía revisarla.

La economía que se aplica en México nos está trastocando la vida, la ostentación de la élite gobernante es cada vez más insultante, el desparpajo con que aplican sus medidas impositivas,  como si fuéramos sus lacayos y ellos los dueños del país.

Los representantes en el Congreso de la Unión no representan a la ciudadanía y es hora de generar una ley que les obligue venir a sus Distritos electorales a consultarnos antes de emitir un voto que nos afecte.  Se puedan generar plebiscitos para suspenderles su mandato cuando representen otros intereses como ahora.







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