Desde Nuevo Laredo:
La Columna Política de Carlos Domínguez
MÉXICO VIOLENTO, TAMAULIPAS VIOLENTO, Y NUEVO LAREDO MÁS VIOLENTO
CON DISCURSOS, DIPUTADOS FEDERALES Y SENADORES COMBATEN LA VIOLENCIA EN NUESTRO PAÍS
CAMÁRA DE COMERCIO DE NUEVO LAREDO TERMINÓ EN MEMBRETE
A pesar de la distracción masiva propiciada por el presidente norteamericano Donald Trump, los mexicanos han tenido que despertar al pequeño letargo de la inútil unidad nacional en defensa de intereses que nada tienen qué ver con los habitantes de México, ajenos al sistema político de partidos impuesto en nuestro país.
La violencia que impera en cada vez más territorios de la geografía nacional, ha sido el trágico despertador para millones de personas que experimentan de cerca lo que se sigue aproximando a una guerra civil sin pies ni cabeza.
A nivel nacional los grupos delictivos no reconocen fronteras. También es evidente la insuficiente fuerza pública, aunque se sumen los efectivos del Ejército y la Marina Armada de México con la Policía Federal y las corporaciones policiacas estatales.
Pero lo peor estriba en la debilidad de las instituciones gubernamentales, corroídas por una imparable corrupción que los tres poderes de la federación se niegan a reconocer.
Mientras tanto, México aumenta su fama mundial como el segundo país más violento del planeta Tierra.
Al mismo tiempo, entidades federativas como Quintana Roo, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Guerrero, Michoacán, Puebla, el Estado de México, Jalisco, Sinaloa, Sonora, Durango, Chihuahua, Baja California, Baja California Sur, Coahuila y Tamaulipas, están inevitablemente en poder de los más fuertes grupos de la delincuencia organizada.
Respecto a los municipios más infectados por la violencia, destacan la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, Coatzacoalcos, Cancún y Playa del Carmen, Oaxaca, Tuxtla Gutiérrez, Puebla y Atlixco, la zona conurbada de la Ciudad de México y el Estado de México, Acapulco, Chilpancingo y Ciudad Altamirano, Morelia y Apatzingán, Guadalajara y su zona conurbada, Culiacán y Mazatlán, Hermosillo y Naco, Reynosa, Ciudad Victoria y Nuevo Laredo, Torreón y Saltillo, Ciudad Juárez, Tijuana y Mexicali, y San José Los Cabos.
CON DISCURSOS, DIPUTADOS FEDERALES Y SENADORES COMBATEN LA VIOLENCIA EN NUESTRO PAÍS
Para permitirle al presidente Enrique Peña Nieto continuar con la distracción nacional en torno a Donald Trump, los integrantes de las cámaras de senadores y diputados escenificaron ayer en sus respectivos recintos una batalla contra la violencia y la delincuencia organizada, a base de encendidos discursos.
Desde la tribuna de ambas cámaras del Congreso de la Unión, los legisladores, moviendo figurativamente soldados y policías federales de un estado a otro, arremetieron contra los grupos delictivos sometiéndoles de manera simulada con sendas arengas verbales.
Obviamente, sólo ellos se creen sus infames discursos, unificando criterios de apoyo al ingrato sistema político de partidos que esos senadores y diputados federales defienden con toda clase de argumentos.
Al mismo tiempo, la realidad es por completo distinta a la que esos legisladores presentan en sus desgastados y repetitivos discursos. México se sigue desangrando por la violencia, junto con el empobrecimiento de la población y el continuo enriquecimiento de la clase política mexicana. ¿O no?
CAMÁRA DE COMERCIO DE NUEVO LAREDO TERMINÓ EN MEMBRETE
En relación a Nuevo Laredo, la única novedad es que la Cámara de Comercio se ha convertido en un controvertido membrete donde un solitario presidente goza en persona el dinero de las cuotas aportadas por sus apáticos socios.
Como se recordará, Jorge Mireles, el actual presidente de la CANACO local, fue impuesto el año pasado por el ex alcalde Carlos Cantú, por medio de su más abyecto servidor Fernando Torres Villarreal.
Ahora, el presidente de la CANACO usa como vehículo particular un auto de reciente modelo comprado con fondos del organismo. Todos sus gastos incluyendo el combustible del auto, corren por cuenta de la tesorería de cámara, usada como patrimonio particular de Jorge Mireles, quien ya prepara su reelección antes que concluya marzo, apoyado otra vez por Carlos Cantú y Fernando Torres.
Lo más sobresaliente de este impune saqueo al interior de la CANACO, es sin duda alguna la actitud apática de sus socios, quienes parecen disfrutar el abuso de Jorge Mireles, pese a que el organismo ya no pasa de ser un penoso membrete.
Por hoy es todo, pero mañana estaremos nuevamente en estos espacios de las redes sociales, Dios mediante.
CDR.
Periodismo Independiente.
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